domingo, 28 de noviembre de 2010

La ablación: "Gritos de dolor en silencio"





Dos millones de niñas al año, aproximadamente 6.000 cada día, cinco cada minuto, pasan por esta terrible práctica.

La ablación sexual es la mutilación de parte de los genitales externos femeninos para evitar sentir placer sexual, con la finalidad de que pueda llegar virgen al matrimonio, puesto que si no es de ese modo, la mujer puede ser rechazada, también se realiza para evitar la promiscuidad de la mujer.
Es un ritual de iniciación en origen realizado a las niñas de algunos países de África, y la costumbre es de procedencia incierta, localizada en la zona centro-africana. Esta práctica se ha extendido gradualmente por el Norte de África y recientemente a Europa por la emigración de la población africana. Es destacable que la aplicación de la ablación es más común hoy en día de lo que lo era en periodos anteriores. Hoy se practica como rito de iniciación en las jóvenes de algunas comunidades musulmanas, e incluso de algunas comunidades cristianas africanas, sin embargo, aunque el Corán señala la obligatoriedad de la circuncisión masculina, nada dice sobre este tipo de mutilación. Hay algunos cultos africanos que permiten esta costumbre expresa en mujeres.
La pérdida casi total de sensibilidad es la principal consecuencia para las afectadas, con el añadido trauma psicológico. Hay mujeres que mueren desangradas o por infección en las semanas posteriores a la intervención, el dolor es terrible porque la operación se realiza sin anestesia, a cargo de curanderas o mujeres mayores, con herramientas como cuchillos de cocina oxidados, cristales, o cuchillas viejas de afeitar y nunca en centros sanitarios.

Consecuencias de la ablación.


Cada año dos millones de niñas de entre cuatro y 12 años son víctimas de mutilaciones genitales. La justificación que argumentan los practicantes de este rito va desde motivos de higiene hasta considerarse como una fórmula para evitar la promiscuidad. La realidad: cerca de un 45% de estas mujeres no obtiene placer durante sus relaciones sexuales, buena parte de ellas tienen coitos dolorosos y muchas pueden sufrir, posteriormente, graves complicaciones durante el parto.
Este tipo de mutilación tiene consecuencias físicas serias desde el primer momento en que se lleva a cabo. Dado que la mayoría de las veces se realiza en las peores condiciones médicas y sin anestesia, las víctimas sufren mucho dolor e incluso pérdida del conocimiento. Además, suelen producirse graves hemorragias e infecciones. Muchas jóvenes mueren durante o poco tiempo después de la intervención.
Las consecuencias a largo plazo de esta mutilación van desde problemas menstruales, quistes e infecciones crónicas de la pelvis hasta la infertilidad. Los expertos creen que entre un 15% y un 20% de las mujeres mutiladas no puede tener hijos. Psicológicamente, la ablación provoca estados de ansiedad, depresión y ataques de pánico. Pero la castración femenina ha dejado de ser un rito practicado únicamente en los países subdesarrollados. Informes publicados en revistas médicas de prestigio han revelado que en Europa y Estados Unidos se está produciendo un incremento de este tipo de mutilación parejo al aumento del número de inmigrantes del África subsahariana.

1 comentario:

  1. En P.R se hacia lo mismo con los animales
    eso no se diferencea es lo mismo
    pero...a los ninos se les circuncidaba
    Hay alguna diferencia aaaaaa.
    G.nieves de P.R.

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